El presidente de Estados Unidos amenazó a Irán con “represalias importantes” y a Irak con grandes sanciones el domingo después de una votación parlamentaria en Bagdad a favor de expulsar a las tropas estadounidenses de ese país
Mientras Teherán clama por una “venganza terrible”, el mandatario estadounidense amenaza con destruir 52 objetivos iraníes, tantos como el número de rehenes que durante más de un año hubo en la embajada estadounidense en la capital iraní en 1979.
Desde hace más de dos meses, decenas de proyectiles han caído en zonas donde se encontraban diplomáticos y militares estadounidenses en Irak, y hasta la fecha mataron a un contratista estadounidense, a finales de diciembre.
Los asesinatos de Soleimani y de Al Muhandis generaron un inusual consenso contra Estados Unidos en Irak, país escenario desde hace meses de protestas contra la corrupción gubernamental y la injerencia de Irán. En el Parlamento, ante la ausencia de los diputados kurdos y de la mayoría de diputados sunitas, numerosos representantes corearon “¡No a Estados Unidos!”.
Tras la decisión parlamentaria, Trump amenazó a Irak con sanciones “muy grandes” si obliga a las tropas estadounidenses a abandonar su territorio. “Harán que las sanciones contra Irán parezcan casi débiles”, agregó.
“¡Decisión adoptada!”
El jefe del Parlamento, Mohamed al Halbusi, leyó una decisión que “obliga al gobierno a preservar la soberanía del país retirando su petición de ayuda” lanzada a la comunidad internacional para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La coalición internacional antiyihadista liderada por Washington anunció haber “suspendido” el combate contra el EI, para dedicarse “totalmente” a la protección de sus tropas. Mientras que entre los 168 diputados presentes -de 329- algunos reclamaban un voto, Halbusi anunció: “¡Decisión adoptada!”, y luego se retiró.
Una votación alabada por Irán, que consideró que “con la adopción de esta ley, el mantenimiento de la presencia estadounidense en Irak equivale a una ocupación”.
Las brigadas Kataeb Hezbolá, la facción más radical de Hashd al Shaabi, pidieron a los soldados iraquíes que se alejen “al menos 1.000 metros” de los lugares donde están presentes los militares estadounidenses a partir del domingo por la noche, insinuando que estos sitios podrían ser el blanco de ataques.
El movimiento chiita libanés Hezbolá, cuyos hombres luchan junto al régimen sirio y su aliado iraní, pidió a Irak liberarse de la “ocupación” de Estados Unidos y afirmó que el ejército estadounidense “pagaría el precio del asesinato” de Soleimani, informó AFP.